Palestinos se reúnen en el sitio de un ataque aéreo israelí en Gaza el 17 de noviembre de 2012 (MOHAMED ABED)
La liga internacional de la lucha de los pueblos- Canada, y las distintas organizaciones de este país que la conforman , expresan su solidaridad con el pueblo palestino que se encuentra haciéndole resistencia al brutal y criminal ataque israelita.
Alabamos la determinación de los hombres y las mujeres de Gaza, quienes, por más de cuarenta años, le han hecho frente a la colonización Zionista: desde Guevara Gaza, el legendario líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, quien dirigió la guerrilla urbana en las asentamientos de refugiados en contra de la ocupación israelita; la resistencia que obligó a los zionistas a abandonar la franja en 2005; los mártires de la Operación Cast Lead y los sobrevivientes que luchan día a día en contra del sitio.
Este repulsivo ataque y el asesinato a sangre fría de niños palestinos, no es más que un castigo en contra del pueblo de Gaza por seguir exigiendo sus derechos: su derecho a existir, a resistir, a regresar y a luchar para la liberación de Palestina.
No es de sorprenderse que el gobierno de Harper, y los empresarios que lo respaldan, marchan a la par con Israel. El proyecto Zionista no es más que una imagen calcada del proyecto colonial canadiense que usurpó tierras indígenas, haciendo caso omiso de los tratados que le garantizaban sus derechos a los pueblos originarios y saqueando dichos territorios en beneficio de las empresas canadienses.
Además de esto, Canadá y sus aliados imperialistas dependen de Israel para asegurar su hegemonía en la región y defenderla en contra de levantamientos populares que luchan por la independencia. Nos corresponde oponer y revelar la complicidad de la clase dominante canadiense y su gobierno en estos crimenes que se llevan a cabo en contra de los palestinos, y despojarnos de la ilusión de que la “opinión pública” pueda tener algún efecto en las políticas del estado, moldeadas y dirigidas por los intereses materiales e ideológicos de la clase dominante canadiense.
Si deseamos ver un cambio efectivo en la política canadiense hacia Palestina, se debe tomar el ejemplo de los pueblos egipcios y griegos, y construir un movimiento en las calles y poder popular que no podrá ser ignorado. Dicho movimiento es lo que intentamos hacer a través de la Liga Internacional de los Pueblos, y extendemos la invitación a unirse a construir el frente unido en contra del imperialismo, capitalismo y colonialismo canadiense.
También se le debe hacer frente a aquellas opiniones, supuestamente progresivas, que exijen que ambas partes terminen con la violencia. El pueblo palestino en Gaza se enfrenta diariamente a la brutalidad de la ocupación. Aquellos que son refugiados sobrellevan la pobreza de los asentamientos, y la prohibición de volver a las tierras y hogares de donde fueron violentamente expulsados. Aquellos agricultores y pescadores que se atreven a trabajar sus tierras y el mar que les pertenece, son raptados y asesinados.
La humillación que sufren las mujeres palestinas no tiene límites: niveles altísimos de desempleo y pobreza; el asesinato y rapto de sus familiares y seres queridos; y el diario vivir sabiendo que sus hijos nacerán en tierra ocupada o como refugiados. A esto se suma la abierta y brutal violencia de los misiles, bombas y la presencia de los F16.
Que se equipare la resistencia Palestina a la agresión colonialista sionista no es más que una farsa que se emplea para avalar la posición de Israel y los países imperialista que lo apoyan, quienes desean usar el control del 80% de la Palestina como punto de partida para las negociaciones. Un término del conflicto justo sería terminar la ocupación, desarmar los asentamientos, liberar a los presos y reconocer el derecho de los palestinos de regresar a su tierra.
Es por esto que saludamos a quienes se resisten, y a todos los palestinos quienes contribuyen a la resistencia en Gaza, Palestina y en el Shatat. A pesar de los bolsillos repletos y la fuerza militar de la que gozan los sionistas y sus aliados imperialistas, tenemos la certeza de que en todo el mundo, especialmente en los ghettos, los barrios, las reservas y en las naciones oprimidas quienes luchan en contra del imperialismo, flamea la bandera Palestina, simbolizando la solidaridad que compartimos en nuestras luchas para la justicia y la liberación.
Como diría José María Sisión, del ILPS Internacional: “El pueblo palestino lucha por la causa justa de su liberación. Por lo tanto, cuentan con el apoyo de los pueblos del mundo”.
¡Palestina Libre!
¡Victoria a la resistencia palestina!
– Comité Coordinador ILPS – Canadá. 18 de noviembre, 2012.
Encuentro Canada 